Washington, 3 oct (PL) El presidente estadounidense, Donald Trump, calificó hoy de enfermo y loco al responsable del tiroteo del domingo en la ciudad de Las Vegas, Nevada, el cual dejó un saldo preliminar de 59 muertos y 527 heridos.
Un hombre enfermo, un hombre demente, con muchos problemas, me imagino. Estamos indagando sobre él muy, muy seriamente, expresó el gobernante en unas breves declaraciones a periodistas antes de viajar a Puerto Rico.
Sin embargo, el mandatario no mencionó que el atacante, identificado como Stephen Paddock, de 64 años de edad, tenía 42 armas en su casa y la habitación en el piso 32 del hotel Mandalay Bay desde donde disparó contra una multitud de más de 22 mil personas.
Participantes en un concierto al aire libre de música country fueron víctimas del agresor, quien se suicidó después de cometer el ataque de su tipo más mortífero en la historia estadounidense.
En medio de diversos llamados a aumentar el control sobre las armas, Trump defendió la actuación de la Policía y se refirió a su «rápida respuesta» como «un milagro».
«¿Cuánto tiempo dejamos que la violencia armada destruya a las familias? Suficiente. El Congreso y la Casa Blanca deberían actuar ahora para salvar vidas. No hay excusa para la inacción», escribió ayer en su cuenta de la red social Twitter el expresidente Joe Biden.
«Nuestro dolor no es suficiente. Podemos y debemos poner la política a un lado, hacer frente a la Asociación Nacional del Rifle, y trabajar juntos para tratar de impedir que esto suceda de nuevo», opinó Hillary Clinton, excandidata presidencial demócrata. La víspera, medios de prensa divulgaron que Paddock, cuyas motivaciones para ejecutar el ataque son desconocidas hasta el momento, era un contador público jubilado y vivía junto a un apacible campo de golf en la localidad de Mesquite, Nevada.
No tenemos idea de qué ocurrió. Es como si un asteroide hubiese hecho impacto sobre la familia, manifestó al diario Las Vegas Review-Jornal el hermano del atacante, Eric Paddock.
Comentó que el agresor, quien dispuso de 23 armas para la masacre, no tenía ningún vínculo político o religioso, y «era apenas un tipo normal».
Algo se quebró en él, algo ocurrió. Estamos en estado de shock, agregó.
Eric Paddock expresó a la cadena NBC que su hermano disfrutaba viajar a Las Vegas, distante a unos 130 kilómetros de Mesquite, para asistir a espectáculos y apostar en los casinos.
De acuerdo con informaciones policiales, el asesino carecía de antecedentes de problemas con la justicia y registros de arrestos durante su vida.
Además de contador público, apuntaron, Stephen Paddock poseía una licencia de piloto y un permiso para caza mayor, válido en el estado de Alaska.